Choto

6 de septiembre de 2012

¡Espabilad, que se nos comen!


Son numerosos a lo largo de la Historia los momentos en que las sociedades, con el afán de mejorar, de no empeorar o simplemente de sobrevivir, se rebelaron contra el poder establecido. Mucha sangre y muchas vidas después, los españoles del siglo XXI gozamos de una serie de derechos y servicios que sin el sacrificio de esas gentes nunca hubieran sido posibles.

Como la Historia es cíclica y se repite, hoy en día nos encontramos en una nueva situación en la que el poder establecido (en este caso, el poder político y el poder económico en perfecta coordinación) están ROBANDO a los ciudadanos de a pie dinero y derechos conquistados bajo la excusa de una crisis de la que ellos mismos son los principales culpables. Pero, lejos de que les condene penalmente o que se les reclame algo de su dinero o de patrimonio, encima se les premia con insultantes pensiones, indemnizaciones y privilegios mientras presumen de tomar medidas “valientes” (sí, eso dicen) contra el pueblo.