Diciembre: el mes de la tontería

Estamos en pleno mes de diciembre, el mes de las fiestas absurdas y trasnochadas. Los trabajadores de a pie observamos cómo en este mes se juntan cuatro festivos, a cual más casposo, mientras hay meses enteros a lo largo del año que no encierran ni una maldita fiesta (febrero, junio, septiembre...). Pero esta circunstancia es todavía más patética si analizamos las festividades que se dan cita en este gélido mes.

6 de diciembre, día de la Constitución: Qué lamentable espectáculo (y más todavía en época de crisis económica) el de la aristocracia política celebrando como un éxito propio el de una Constitución que una buena parte de la gente de este país ni se la ha leído; que la mayoría de la población española a fecha de hoy, no ha votado (muchos ni siquiera habíamos nacido); y que, estoy seguro de ello, la mayoría de la gente abogaría por revisarla de cabo a rabo, sobre todo en aspectos como la Monarquía, la Organización Territorial (Autonomías, Diputaciones...), el modelo electoral, el papel de instituciones como el Senado o el Tribunal Constitucional... pero lo dicho, ahí están los políticos soltando los mismos discursos vacíos y soporíferos de todos los años sobre un texto, en muchos aspectos, completamente desfasado.

8 de diciembre: La Inmaculada Concepción... pues muy bien ¿se puede ser más absurdo colocando una fiesta que consiste en un dogma de fe ultracatólico, tan solo dos días después de otra fecha festiva? Menos mal que, según la Constitución (¡sí, esa a la que hay que homenajear!) somos un "Estado aconfesional"...

24/25 de diciembre (Nochebuena/Navidad): Cuando muchos historiadores dan por hecho que Jesús de Nazaret no nació este día, ni siquiera en esta época del año, nosotros en estas fechas nos seguimos volviendo buenos, simpáticos y generosos (aunque el resto del año seamos lo mas vil y ruin) en aras del Espíritu Navideño... y en aras, sobre todo, de la parafernalia yankee, artificial y hortera de Papá Noel y sus "regalos".

31 de diciembre/1 de enero (Nochevieja, Año Nuevo): ¡Qué bonita manera de comenzar el año! Derrochando el dinero que no tenemos en cenas de gourmet, cebándonos hasta la indigestión, atragantándonos con las "uvas de la suerte" (¡pues menos mal que en este año 2011 eran "de la suerte"!) y emborrachándonos hasta acabar vomitando en los lavabos de algún garito de "cotillón" donde, pudiendo ir cualquier fin de semana del año a un precio asequible y en un buen ambiente, esta noche hemos pagado un pastizal para que nos sirvan garrafón y para que la "prima de riesgo" de meternos en problemas con otras personas que van tan borrachas como nosotros aumente de manera espectacular ¡qué listos somos!

Para que veáis que existen alternativas, aquí van ejemplos de 3 fechas que serían apropiadas para pasar alguna de estas rancias festividades: el 19 de marzo (en muchas Autonomías no es fiesta), el 14 de febrero (día de los enamorados, fiesta universal, y además en febrero no hay ningún festivo) o el 11 de marzo (como homenaje nacional a las víctimas de los terribles atentados en Madrid)... ¡o si no, que se inventen alguna fiesta en junio o septiembre, redios!!